El proceso de trazabilidad comienza con la recolección del café por parte de los socios. El café es transportado al almacén, donde se verifica la limpieza del vehículo y se pesa el café. Se toma una muestra para realizar un análisis físico y organoléptico. El café se almacena según su estado y se genera una guía de admisión y un comprobante de operación.

Luego, el café es transferido dentro del almacén y se estiba. Se genera una guía de envío al remitente y una guía de remisión del transportista.

El café ingresa a la planta de procesamiento, donde se pesa y se toma otra muestra para análisis. Se realiza un control de calidad y se emite un certificado de calidad. Si es necesario, el café se seca en el patio de secado. Luego, se trilla y se selecciona el café. Se genera una orden de procesamiento y se almacena el café procesado.

Se realiza la liquidación del proceso y se vende el café a clientes locales, emitiendo una factura y entregando el producto. Se recibe el pago.

Para la exportación, se solicita la marca y el ICO. Se realiza una reserva de envío y se genera una guía de remisión portuaria. Se envía el café y se recibe el pago. Se emite una factura al cliente, se solicita el TC y se gestiona el BL.